lunes, 6 de agosto de 2012

LA DICTADURA REVISITADA o AL AZAR DEL VIENTO

¡Increíble! Aterricé en Zurich en el mismo momento en que cerré "Al azar del viento", la novela escrita por mi compatriota Ana María Velázquez y sobre la cual tuve gran curiosidad desde que me enteré que había salido.
Todavía en Miami comencé a leerla, pero ante el desconcierto que siempre me producen las despedidas decidí dejarla para las horas en que yo estaría al azar sobre el Atlántico.
Me interesa cualquier novela que trate sobre nuestro pasado porque es un nuevo intento de explicar el presente, y en especial me interesa el tema de esta novela porque todavía escucho los susurros de mi abuela cuando comentaba con sus amigas sobre el mal momento por el cual pasaba María Luisa Casanova: "la muerte de su hijo Alejandrito y encima la nuera se fue con el peor de los esbirros..."
Ana María Velázquez se basa en esta tragedia real de los años cincuenta que sucedió en Caracas y escribe su propia versión, como ella misma expresó en el bautizo de su libro. Porque estoy influenciada por la versión de mi abuela la llamo una tragedia, después de leer la novela me doy cuenta asombrada de que es también una gran historia de amor.
La mejor manera de apreciar el trabajo de la escritora es saber de antemano que sus personajes son solo figuras de ficción con características de la época, de los años 50 en Caracas, los cuales ella desarrolló para narrar una trama real, una historia que si existió. Solo con eso en mente uno se quita de encima la angustia por saber lo que es verdad y lo que es imaginario y comienza a disfrutar la historia.
Volver a los años 50 en Caracas... a la dictadura de Pérez Jiménez... fue impactante para mi.
¡Tantas cosas olvidadas! y por encima de todo reconocer que no le pregunté lo suficiente a mi abuela... tener que soportar tantas imágenes fugaces que comenzaron a pasar ante mis ojos sin escuchar su explicación, siempre exhaustiva, sobre todo y todos. A medida de que avanzaba en la lectura surgieron mil interrogantes que ella habría contestado a la perfección.
(Es triste cuando uno toma conciencia de que no hay vuelta atrás, ni siquiera una pequeña charla esclarecedora, tal vez es por eso que últimamente estoy empeñada en que todo el mundo cuente la historia de su vida... y la de los demás).
Lo que más me gustó de "Al azar del viento" fue el ritmo de las secuencias. Ana María enlaza los distintos momentos de la historia con gran habilidad, se mueve con soltura dentro de las fechas y uno siempre sabe donde está parado. Eso no es fácil. En fin, nada es fácil cuando se escribe una novela y lo más difícil es llegar al final sin dejar cabos sueltos. Ana María Velázquez los amarra todos.
Sin embargo, a mi me faltó más historia real y menos amor, pero así son las cosas, estoy segura de que a alguien le hizo falta más amor y menos historia.
El caso es que sale otra novela que vuelve a explicarnos nuestro pasado a ver si entendemos el presente, eso es lo que deberíamos sacar en limpio en vez de dar opiniones comprometidas: "a mi me gustó lo que hizo esa señora porque dejó todo por un gran amor", "a mi no me cuenten nada bueno que tenga que ver con ese esbirro", "a mi no me interesa lo que pasó antes en Venezuela, solo estoy pendiente del aquí y ahora".
Pensándolo bien: Ana María Velázquez decidió contar una historia que tiene sus aristas y salió airosa de la empresa porque su obra se nota muy trabajada.
Pensándolo mejor: si todavía existen algunos de los protagonistas o relacionados con la historia real también podrían contar su versión. Siempre me parece la mejor opción dar las propias explicaciones.





domingo, 5 de febrero de 2012



De Navios, Ron y Chocolate
(de nuevo el tema de los corsos)
Por fin la vi, tenía tiempo pendiente de la película de Malena Roncayolo, era un proyecto que había vivido de lejos pero que me tocaba muy cerca. A pesar de su nombre que puede ser o no ser, por mi participación como entrevistada en la película sabía que trataba sobre los inmigrantes corsos que llegaron a Venezuela.  
Es un tema que me interesa, como a muchos de los descendientes de los corsos que se establecieron en mi país. Algo supe de ella cuando se estrenó en Caracas, algunos amigos me escribieron sobre una estupenda fotografía, y luego traté de asistir a la presentación en Bastia, Cabo Corso, pero no llegué. Inesperadamente, el CD llegó a mis manos entregado por la propia Malena en un encuentro fortuito en Miami.
Como tengo el CD la he recorrido varias veces, no me ha cansado; aunque el poder de las imágenes que realmente son magníficas fue limitado, tuve la oportunidad de apreciarla con calma debido a que pude ir de atrás para adelante y de adelante hacia atrás. La revisé a mi antojo para deleitarme con la fotografía de dos lugares que son mis favoritos: la Península de Paria y el Cabo Corso. Solamente por entrar en la atmósfera de la isla de Córcega, que siempre me entusiasma por insondable, y por disfrutar de la explosión tropical de Paria, merece la pena esta película, que sin duda ofrece mucho más.
Malena Roncayolo siguió la ruta de los corsos, entrevistó a un grupo de personas que conoce sobre el tema y que de alguna manera ha vivido en contacto con esos pioneros que vinieron a Venezuela, más que todo durante el siglo XIX. Me llamó la atención el comienzo porque Malena se detiene para explicar la situación de españoles, ingleses, y por supuesto franceses, en el Caribe, cuando todavía America del Sur era colonia de España y Portugal, me sorprendió porque no esperaba una introducción que hablara de esos tiempos, pero recordé que la película cuenta sobre navíos. Malena hace navegar una gran variedad de embarcaciones por el Mediterráneo, por el Atlántico y por el Caribe, con una limpieza tecnológica que solo una cineasta experimentada y actualizada puede lograr. Los efectos sobre el mar me dejaron loca.
Playa Medina en la Penísula de Paria


Luego la imagen se muda a tierra y distingo a la la bella iglesia de Murato, una de mis favoritas, los altos árboles de Guaraúnos, las casas de Erbalunga que dan al mar y el recorrido costa afuera por las playas parianas, pienso que me hubiera gustado que algunos sitios emblemáticos como estos, tanto en Córcega como en Venezuela, tuvieran una letrero, algo que los identificara. Ante la visión inicial de esta iglesia de Murato construida durante el período de dominación de Pisa, comencé a soñar porque sabía que anunciaba un festín para mis sentidos y para mi vista. 
Paralelamente escuchaba el guión donde intervenían varios narradores dando una cantidad de información, a veces confesional en el caso de la lectura del diario Souvenirs escrito por una corsa que visitó nuestra tierra, a veces poética porque el paisaje así lo exige y a veces informativa ya que pasaron muchas cosas interesantes durante el abandono de la tierra mediterránea y la instalación en el Caribe . La propuesta de Malena combina narraciones, ficción y entrevistas para contarnos una historia que transcurre durante muchos años, hasta llegar a nuestros días.
Marsella
He leído bastante sobre el tema pero fue un placer verlo pasar en imágenes frente a mis ojos, que mis admirados corsos que dejaron su isla en el Mediterráneo y se vinieron a América tomaran forma en las imágenes de ficción tan acertadas de Malena. Audaces, comprometidos, unos amantes del comercio y otros buscando tierras para sembrar. Productores y exportadores de cacao, café y ron, explotadores del caucho y mineros en El Callao, marinos y constructores de trenes como los mismos Roncayolo. Vidas ricas, intensas, de aventuras controladas porque buscaban el éxito. Y ante tanta actividad, las sedantes tomas de Pino, de Bastia, de Oletta, de Figarella, de Erbalunga, de la Castagniccia, la gran belleza de la isla de Córcega combinada con el brillante puerto de Marsella.
Irapa, Península de Paria, archivo de JB Canarelli
La actualidad la cuentan los descendientes de los pioneros, comienzan hablando los bisnietos de los que vinieron durante las primeras décadas del siglo XIX, narran los recuerdos familiares y la situación del país para la época, junto al historiador Carlos Viso, un experto en el tema que ha recuperado y conservado cantidad de documentos y fotos que quedaron olvidados en Carúpano cuando la mayoría de las familias corsas se fueron a la capital.
Más adelante respiro tranquila por la mención de Pascal Paoli, verdadero héroe nacional antes de que surgiera el pequeño gran corso, quien escapa temprano de la historia de la isla para coronarse como el Emperador Napoleón. 
A través de la película se va conociendo la vida de los que se vinieron, las circunstancias en las cuales quedaron cuando Génova le entregó la isla a Francia. Bien contada, bien armada, tal vez con algunas disgresiones que nos separan del hilo principal de la historia pero que la mayoría de las veces enriquecen la obra de Malena. Allí queda este largo y completo testimonio.
Hay que verla, no solo los que compartimos el interés por los que vinieron de la isla de Córcega sino todos los que habitamos y queremos el mar Caribe, esta es parte de nuestra historia. Hay que celebrarla porque es el trabajo arduo de una venezolana que se atreve a contar, que se arriesga a incursionar en un oficio tan duro y completo como es narrar con imágenes y con la palabra. Me siento orgullosa de compartir con Malena la sangre corsa y sobre todo la venezolana. 
Malena Roncayolo, Anabel Acosta y Damián Croce en Erbalunga

jueves, 5 de enero de 2012

LAS SILUETAS DEL FUEGO (reseña de María Cristina Capriles)

Acabo de llegar al desenlace. Elisa Arráiz escribió el libro y se lo dedicó a Anita Lucca, su mamá. Lo disfruté de la primera a la última página y lo leí de seguidas, en tres sentadas. Atrapa. Sorprende. Es cual un Diario salido de las manos de Zenobia Camprubí. Es una biografía de Zenobia. Es una nueva estructura novelística escrita en primera persona, ¿por la autora?, si y no. Está escrita en primera persona por un personaje que dialoga con una segunda persona, otro personaje. Dos amigas que investigan a Zenobia Camprubí. Es una novela feminista y universal. Es a través de una profunda investigación como Elisa Arráiz, autora, ausculta, se sumerge en las raíces Lucca que ya viene trabajando desde TE PIENSO EN EL PUERTO, y ahora cual explosión une a los corsos dispersos en el Caribe, exiliados, inmigrantes en tierras de América, regados en Venezuela y Puerto Rico, en una novela cosmopolita y llena de genialidad, al lado del talento de Juan Ramón Jiménez, el marido, presente pero aparte, donde la estrella es Zenobia, quien vivió para y por el genio de su marido y también supo vivir para ella y por ella, hizo lo que quiso. Amó a Juan Ramón Jiménez con pasión, delirio, respeto y admiración. Al final, ambos enfermos... -¿Por qué el día de la muerte de Zenobia, él no estuvo a su lado en su cuarto del hospital, agarrándole la mano como ella lo había soñado? Zenobia dejó su propia obra, dejó la obra de Juan Ramón a la que acompañó y cuidó toda su vida, transcribió, mercadeó y fue su productora editorial.

Siguiendo el tránsito de los Jiménez Camprubí, a la vez el tránsito investigativo y de encuentros de las dos mujeres, amigas, los personajes activos de la novela investigativa que en su especialísima estructura coloquial, viajamos los lectores por Puerto Rico, España, Cuba, Venezuela, Argentina y Estados Unidos. Realmente un periplo que cual en un Diario nos pasea de lo general a lo particular y al detalle, del macrocosmos de la esplendorosa obra de Juan Ramón Jiménez y su compañera Zenobia al microcosmos del nombre de pila del barman real del hotel real donde los personajes se hospedan en San Juan de Puerto Rico. Es una visión no sólo de una hispanoamericana, de una venezolana, de una caraqueña que es Elisa Arráiz, es la visión global, universal, de una gran mujer, Zenobia, al lado de un gran hombre, es la visión de su amor, comprensión, perdón, creación, y el manejo de las emociones diversas de los personajes.

Y, volviendo a la creadora de LAS SILUETAS DEL FUEGO, Elisa Arráiz, -¿hasta dónde hay en la novela datos autobiográficos, genealógicos, personales en fin?

Esperamos desde ahora la próxima novela de esta pluma que escribe con facilidad pasmante la síntesis de años en pocas páginas que dicen tanto y resumen investigación profunda.

Para mi, el primer personaje Elisa Arráiz, exprésase en primera persona, mas el segundo personaje la segunda del diálogo, son la sumatoria de todas las personas con las que indagó para rehacer el tránsito vital de Zenobia y Juan Ramón. Ella terminó. Un Eureka! por novelar tan inmensa cantidad de información basada en pruebas demostrables. Es un libro trascendente LAS SILUETAS DEL FUEGO, que al mantenerse encendidas no se desvanecen... bailan, vibran y saltan, siempre allí.

María Cristina Capriles
18 de noviembre de 2011