jueves, 22 de septiembre de 2016

14 POETAS VENEZOLANAS EN LA SOLEDAD SONORA


A principios de 1939 Juan Ramon Jimenez desembarcó en Miami junto con Zenobia, venía de pasar sus dos primeros años del exilio en La Habana, allí fue a parar cuando salió a la carrera de España, salvado milagrosamente por Alberti. Juan Ramon en la Habana hizo fraternal amistad con todos los poetas del momento, que eran muchos, Lezama Lima, Piñera, Cintio Vithier, jovencito, su esposa Fina García Marrus y otros muchos más que formaban parte del gran movimiento poético del grupo Orígenes. Pero allí el poeta no escribió ni una palabra.
Juan Ramón estaba paralizado por lo que sucedía en España.
Cuando llegan a La Florida, Zenobia compra un auto y comienzan a dar largos paseos hacia el sur, hacia los cayos, y allí, ante la marisma, como llama Juan Ramon las grandes extensiones del sur de la Florida, se inspira y escribe su gran poema Espacio.
Juan Ramon Jimenez había retomado su poesía pura y de nuevo recorría el viaje hacia dentro de sí mismo.
Para mi es imposible hablar de poesía en Miami y no recordar a Juan Ramón, pero esto no es de gratis, es que en la poesía de estas 14 autoras que forman parte del libro Cantos de Fortaleza, se siente ese compromiso con un mundo interior, el cual cada una exhibe a su manera pero ninguna abandona, no permiten que las circunstancias las alejen de la poesía pura.
Es el arte por el arte, y como dijo Edgard Allan Poe, art for art´s sake.
Estas 14 autoras buscan la esencia de la palabra y rechazan cualquier distracción que les haga parecer mundanas. Es que ellas también van por dentro como Juan Ramon.

Estoy escondida
perdida en mi misma
Es grave descubrirse
escondida
y no poder encontrarse

Escribe Maria Clara Salas

Pero, aunque vayan por dentro, no descuidan lo que pasa afuera.

Ustedes perdieron un país
dentro de ustedes

Este es el poema Exilio de Yolanda Pantin.

La idea del exilio y el desarraigo también está presente.

No es igual irse a permanecer.
La raíz confina nuestros pasos.
Lo extrañamente ajeno viene abriendo cauce.

Escribe Edda Armas sobre el desarraigo.

Cuando Juan Ramon y Zenobia llegan a Miami echan de menos los buenos interlocutores que dejan en La Habana, sobre todo a la querida amiga con quien conversan cuando cae la tarde en el reparto del Vedado. Dulce María Loynaz los recibe en su pulcra casa que posteriormente sería su cárcel, su exilio interno donde transcurre su vida porque niega la revolución cubana. Ella lo escribe.

En mi universo soy libre
El es mi mar
Mi mar ancho y desnudo de horizonte.

Pareciera que nuestras autoras han encontrado su universo y desde él escriben, solo rozando de vez en cuando lo que las rodea, sin embargo, acusan el golpe de la distancia y de lo que se va perdiendo.

Los que vienen de la prehistoria
llegan del exilio.
Se quedaron sin manada
y sin cueva donde escribir
el relato de su especie.

De Gina Saraceni.

Pero hay momentos donde los grandes temas femeninos invaden a estas queridas poetas, instantes en que apuntan a circunstancias que amamos todas las mujeres, me refiero al tema de las hermanas,  
por ejemplo. Aquí mi más favorito entre los favoritos.

Cuando me quiten
el corazón
dénselo a mis hermanas
No sabrán qué dice
a quién nombra
Pero le pegarán
la boca
le pasarán
las manos
todas las noches
Dénselo

Escribe Patricia Guzmán.

Y muy femeninamente, a veces aplican su mermelada.

En algún lugar las mujeres
tienen una abeja incrustada
en la laringe
Y lo que sudan es miel

De Carmen Verde Arocha para Santos López

Por encima de todo, Cantos de Fortaleza es el trabajo de 14 mujeres valientes en busca de significado dentro de sus universos muy propios. Esos caminos donde ellas van por dentro.

Este libro, que es el resultado del trabajo inteligente que viene realizando Khalatos, Artemis y David, es muy emocionante, sobre todo para nosotras las mujeres. Pero esta poesía a mi me llega directo al centro de mis sentimientos y me dispara una gran nostalgia.

Nostalgia de que ellas todas no estén aquí y de que yo, nosotros, no estemos allá.

Nostalgia por ese momento que se dio en mi país, en Venezuela, que produjo poetas como ellas.

Nostalgia porque esa poesía que va por dentro no sé si se repetirá en los que viven lo que viven y sufren lo que sufren, en los que vienen.

Muchas gracias.






domingo, 18 de septiembre de 2016

Isa Nuñez - La viuda virgen en Books&books, Coral Gables


En agosto del 2013 me encontraba en Caracas. Ya, en esa época, yo no vivía en mi querida y temida ciudad, pero había vuelto por una temporada a dictar mi taller La historia de tu vida.
Ese taller había surgido el año anterior en Miami Beach, atendiendo al deseo de unos amigos de contar sus propias historias. Sin embargo, pronto se corrió la voz de que el taller ofrecía una metodología para contar cualquier historia y más aún, el taller tenía cierto efecto sanador, así que terminé volviendo a Caracas para dar el taller, con una programación super apretada en diferentes instituciones y sitios privados.
La historia de tu vida fue un éxito desde el primer momento en Caracas porque refleja la tendencia por contar su propia historia del ser humano, de poner por escrito lo que le pasa en la vida.
Allí, en una de esas organizaciones caraqueñas, la Fundación Herrera Luque, me encontré con 16 alumnos deseosos de armar su narrativa familiar, pero una de esas caras que me observaban ansiosas por comenzar yo la conocía bien. Allí estaba un rostro vivaz de mirada inteligente y audaz, se encontraba Isa Nuñez sentada frente a mi.
Este era mi segundo encuentro en la historia de mi vida con Isa Nuñez, allá en los felices años 90 nos habíamos encontrado en el verdadera Venezuela, viviendo y trabajando en democracia, esa que habíamos heredado de nuestros padres y que no sabíamos cuanto había costado.
Isa y yo habíamos formado parte de un excelente equipo de profesionales venezolanos que, al día con todas las últimas tendencias de mercadeo, vendía licores en medio de una perenne fiesta… nos divertíamos mucho pero cómo trabajábamos!

Me gustó ver a Isa sentada allí entre mis otros alumnos y me intrigó lo que iba a contar.
De ese taller, Isa salió con unas cuantas herramientas para narrar y una idea bailando en su cabeza, en todo caso, ella ya sabía cómo entrar en el modo creativo para darle estructura a una historia.
Quedamos en hablar de nuevo cuando ella tuviera algo escrito. Yo estaba optimista porque conocía la tenacidad de Isa y su habilidad para morder un proyecto y no soltarlo hasta que todas las piezas calzaran en su lugar.
En el 2014 recibí las primeras noticias de que Isa había seguido adelante, solo destellos lejanos desde Caracas, y en el 2015 recibí el primer borrador de un texto completo que iría variando luego de muchas lecturas y correcciones. Isa pronto había entendido que escribir no es tan glamoroso sino más bien un oficio similar al de un músico que buscar su ritmo insistiendo. Lo que sí se mantuvo inamovible fue el título de su texto: La Viuda Virgen.
Ese título es una de las cosas mejor logradas en la obra de Isa, yo diría que contiene el contenido magistralmente.
En su trabajo, Isa estaba demostrando que no era nueva contando historias, sino que ya se había probado exitosamente antes. Vender y mercadear licores es un arte porque mientras los demás anunciantes pueden utilizar todos los recursos disponibles, la industria licorera no, así que ella ha desarrollado un estilo propio dentro de lo permitido, ha aprendido a contar la historia de cada uno de sus productos y si no la encuentra ha tenido que inventarla. Isa aprovechaba su experiencia.

La Viuda Virgen es un preciso ejemplo de auto ficción, esa mezcla de realidad e imaginación que intriga más. Isa en su libro relata algunos episodios de su vida pero claramente los adorna, los borda con su imaginación, de tal manera, que al final uno se queda dudando sobre lo que pasó y lo que no pasó de verdad. Habilidad muy especial.
El recorrido por cada uno de los episodios de Isa es una mezcla que nos crea nostalgia, risas, admiración y hasta el deseo de vivir cosas nuevas, diferentes, ya que Isa convierte momentos oscuros en claros y momentos de quiebre en oportunidades, para continuar viviendo una existencia realmente creativa.
El deseo del ser humano de contar su propia historia es solo comparable al deseo de las personas por leer sobre los demás. Necesitamos establecer parámetros de referencia y necesitamos narrar nuestra propia historia por varias razones, porque es un legado que dejamos a los que vienen luego, porque al sacar nuestros recuerdos del inconsciente creamos nuevos caminos en el cerebro que nos hacen ver las cosas de una manera diferente y porque contar cómo nos fue en la fiesta produce placer y constata que somos parte de un gran plan, nos da perspectiva.
Los invito a disfrutar de este momento porque les aseguro que es algo muy especial, es un evento diseñado por Isa Nuñez, la más grande productora de eventos de Caracas, el Caribe y ahora Miami. También los invito a leer La Viuda Virgen para que acompañen a Isa en esta nueva empresa de contar historias, que  dominará a la perfección, como es su costumbre.