¡Increíble! Aterricé en Zurich en el mismo momento en que cerré "Al azar del viento", la novela escrita por mi compatriota Ana María Velázquez y sobre la cual tuve gran curiosidad desde que me enteré que había salido.
Todavía en Miami comencé a leerla, pero ante el desconcierto que siempre me producen las despedidas decidí dejarla para las horas en que yo estaría al azar sobre el Atlántico.
Me interesa cualquier novela que trate sobre nuestro pasado porque es un nuevo intento de explicar el presente, y en especial me interesa el tema de esta novela porque todavía escucho los susurros de mi abuela cuando comentaba con sus amigas sobre el mal momento por el cual pasaba María Luisa Casanova: "la muerte de su hijo Alejandrito y encima la nuera se fue con el peor de los esbirros..."
Ana María Velázquez se basa en esta tragedia real de los años cincuenta que sucedió en Caracas y escribe su propia versión, como ella misma expresó en el bautizo de su libro. Porque estoy influenciada por la versión de mi abuela la llamo una tragedia, después de leer la novela me doy cuenta asombrada de que es también una gran historia de amor.
La mejor manera de apreciar el trabajo de la escritora es saber de antemano que sus personajes son solo figuras de ficción con características de la época, de los años 50 en Caracas, los cuales ella desarrolló para narrar una trama real, una historia que si existió. Solo con eso en mente uno se quita de encima la angustia por saber lo que es verdad y lo que es imaginario y comienza a disfrutar la historia.
Volver a los años 50 en Caracas... a la dictadura de Pérez Jiménez... fue impactante para mi.
¡Tantas cosas olvidadas! y por encima de todo reconocer que no le pregunté lo suficiente a mi abuela... tener que soportar tantas imágenes fugaces que comenzaron a pasar ante mis ojos sin escuchar su explicación, siempre exhaustiva, sobre todo y todos. A medida de que avanzaba en la lectura surgieron mil interrogantes que ella habría contestado a la perfección.
(Es triste cuando uno toma conciencia de que no hay vuelta atrás, ni siquiera una pequeña charla esclarecedora, tal vez es por eso que últimamente estoy empeñada en que todo el mundo cuente la historia de su vida... y la de los demás).
Lo que más me gustó de "Al azar del viento" fue el ritmo de las secuencias. Ana María enlaza los distintos momentos de la historia con gran habilidad, se mueve con soltura dentro de las fechas y uno siempre sabe donde está parado. Eso no es fácil. En fin, nada es fácil cuando se escribe una novela y lo más difícil es llegar al final sin dejar cabos sueltos. Ana María Velázquez los amarra todos.
Sin embargo, a mi me faltó más historia real y menos amor, pero así son las cosas, estoy segura de que a alguien le hizo falta más amor y menos historia.
El caso es que sale otra novela que vuelve a explicarnos nuestro pasado a ver si entendemos el presente, eso es lo que deberíamos sacar en limpio en vez de dar opiniones comprometidas: "a mi me gustó lo que hizo esa señora porque dejó todo por un gran amor", "a mi no me cuenten nada bueno que tenga que ver con ese esbirro", "a mi no me interesa lo que pasó antes en Venezuela, solo estoy pendiente del aquí y ahora".
Pensándolo bien: Ana María Velázquez decidió contar una historia que tiene sus aristas y salió airosa de la empresa porque su obra se nota muy trabajada.
Pensándolo mejor: si todavía existen algunos de los protagonistas o relacionados con la historia real también podrían contar su versión. Siempre me parece la mejor opción dar las propias explicaciones.