miércoles, 13 de julio de 2011



LOS SIQUIATRAS TAMBIÉN TRIANGULAN
Morgensen-Freud- Fassbender-Jung

Siempre recuerdo lo que entendí sobre las teorías del profesor Jung en un primer momento: cuando uno realiza algún trabajo manual y se embebe en él, automáticamente afloran las imágenes del subconsciente hacia el consciente y uno comienza a elaborar aquello muy escondido en nuestra psiquis que nos está molestando hace rato. En esa ocasión le di un descanso a mi lavadora automática y pasé semanas restregando frenéticamente la ropa blanca con jabón las Llaves en el jardín de mi casa. Es increíble lo que uno puede hacer tratando de entender lo que sucede dentro del propio cerebro, sólo para conservar cierta sanidad mental ante los acontecimientos.
Por supuesto que mi conocimiento de Carl Jung fue siempre distante, a través de sus libros o a través de algunos talleres que organizaban los junguianos en Caracas, pero por razones familiares, recientemente, he podido acercarme a algunos de sus escenarios que antes me parecían imposibles por lejanos.
Torre de Bollingen, Lago de Zurich
Una vez llegué hasta su torre de Bollingen y no pude entrar porque estaba prohibido el paso, la rodeaba una espesa vegetación, sembrada especialmente para ocultarla, que me obligó a conformarme con mis recuerdos de las imagenes de Carl Jung construyendo muros alrededor de su casa de retiro a orillas del Lago de Zurich; no sé si fue el mismo profesor quien dijo que esas piedras sobre piedras eran representaciones de la estructura de la psiquis o esto lo escribió alguno de sus interpretes, pero podría ser que estuviera trabajando con sus manos en la búsqueda de ciertas imágenes que le hacían falta para exorcizar algunos recuerdos.
Küsnacht, Zürichsee
Su vida diaria y convencional la llevaba en Küsnacht, justo en la orilla de enfrente de Bollingen, en la llamada costa dorada del lago. En Küsnacht descubrí el mundo de refinamiento que había rodeado a los Jung, un refinamiento austero y una vida organizada, representada principalmente por Emma Jung y una muy bonita casa donde hoy en día funciona el instituto Carl G Jung.
Aunque se sabe que no siempre la vida del profesor fue tan comedida: en Junio de 1909 le escribe a Viena a su profesor Freud: "Spielrein es la persona sobre quien ya le escribí... ella planificaba sistemáticamente seducirme, lo cual yo consideraba inoportuno. Ahora está buscando vengarse". Esta era la explicación que le daba Jung a su mentor cuando este le informó que había recibido una carta de Sabina Spielrein pidiéndole una cita y que por lo que había podido entender entre lineas consideraba que lo más conveniente era salirse de un potencial problema. Freud escribe: "¿Quién es ella? ¿Una charlatana o una paranóica?"
Sabina Spielrein – Russia and Switzerland – 1885-1942

Evidentemente Spielrein, Jung y Freud estaban triangulando: Sabine le pide una cita al mentor de su siquiatra, el mentor le pide explicaciones a su alumno y asoma un consejo de una vez; el discípulo y siquiatra da explicaciones diferentes a cada uno para intentar justificar su actitud, su genuino derecho.
Sabina Spielrein había sido la primera paciente de Carl Jung en Burghölzli, el hospital psiquiátrico de la Universidad de Zurich; ella era una joven rusa muy apasionada que había llegado de Rostov en 1904 con un diagnóstico de histeria psicótica. En 1905 estaba totalmente curada y comenzaba a estudiar medicina en la misma universidad.
Unos años después, cuando sucedía este intercambio de cartas entre Spielrein, Freud y Jung, ya hacía un tiempo que el profesor había modificado el tratamiento de su paciente, por su cuenta, y estaba viviendo con ella un intenso romance, excusando el haber traspasado los límites con una paciente porque necesitaba descifrar su pasión de dios ario por una judía rusa, mientras, ella se empeñaba en que tuvieran un hijo varón que llamarían Sigfrido. Freud no iba muy equivocado al solicitar prudencia.
Sabina Spielrein culminó sus estudios de siquiatría con una tesis brillante sobre la esquizofrenia, y, hoy en día, sería parte de los pioneros del psicoanálisis si no hubiera vuelto a Rusia, donde esta disciplina fue totalmente rechazada por los bolchevique. Su vuelta a Rostov también fue una decisión equivocada porque la asesinaron junto a sus dos hijas en la sinagoga, en el año 1942, y reposa en una fosa común con 27.000 habitantes judíos de la zona.
Se ha escrito mucho sobre el tema, se han hecho piezas de teatro, biografías, informes médicos, y pronto sabremos mucho más sobre el caso: " A Dangerous Method"






2 comentarios:

Luisa Elena Sucre Fernández dijo...

¡Fascinante historia Elisa! me llevaste de la mano frente a la Torre de Bollingen y luego a la triangulación Spielrein- Jung - Freud. El corto e la película es muy tentador, estaré pendiente para verla. Un abrazo.

Elisa Arraiz Lucca dijo...

Yo no puedo esperar a ver la película, aunque parece más fuerte de lo que uno se imaginaría la historia. Los cuentos de Jung y Freud son interminables, que época tan interesante. Parece que Sabine Spielrein hizo aportes importantes al psicoanálisis pero no se quiso salvar. Primero vivió en Alemania todo el tiempo que pudo, corriendo verdadero riesgo como judía y a pesar de las advertencias de sus amigos, y luego se fue a Rostov, lo menos indicado, inclusive por su terquedad también sacrificó a sus dos hijas.