jueves, 7 de julio de 2011

LLEGARON LAS MARIPOSAS

Contemplo desde mi balcón de Ausiás Marc en el Fort Pienc una bella planta de geranios, novios los llamaba mi abuela, que compré no más llegar la primavera. Fue una compra compulsiva, un  impulso inexplicable porque no tengo los pulgares verdes. Aunque me encanta el alboroto de los colores de las flores y de las hojas, huyo de ser la dueña de alguna maceta frondosa porque seguro la asesino.
Hoy contemplo mi supuesta víctima que hasta el presente me ha sobrevivido y busco insistente las mariposas que revolotean a su alrededor, hasta estoy sintiendo el leve sonido que hacen sus alas, solo audible por oídos privilegiados como los míos que utilizan con creces mi imaginación. 
Como no las veo por ninguna parte, me recuesto en mi cama y acepto que las mariposas están más cerca, que llegaron inclementes a mi inocente estómago. 
Nada más abrí un ojo, está mañana, sentí un pequeño aleteo, no pasa nada, pensé, es algo leve. Pero cuando bajé a desayunar casa de mis amigos, los chinos, las mariposas habían tomado posesión de gran parte de mi estómago y no me pude comer completo el diario croissant. Entonces comencé todo el proceso de autoengaño: es verdad que no pasa nada, será sólo una hora frente a un público reducido, estaré acompañada por los adorables hermanos Kerrigan (Gregori Dolz e Ilya Pérdigo), por Josep Forment y Roger Clanchet, todos muy profesionales y solidarios, amigos entrañables, artífices de la editorial Alrevés, a quienes debo el resultado magnífico de "Las siluetas del fuego". Estará también Angela Vásquez, atenta a que todo salga bien, porque después de todo esta es también su obra como agente literaria: no hay nada que una colombiana y una venezolana, juntas y decididas, no puedan hacer.
Diré unas pocas palabras, daré las gracias, contestaré alguna pregunta si alguien tiene alguna curiosidad. Definitivamente no pasa nada.
Bueno, hoy es el día y tengo que soportarlas, pero espero que en la noche hayan desaparecido, que se vayan volando a buscar otra víctima o se acuesten a dormir para amanecer mañana más descansadas y compasivas . Y que me dejen beber un vinito en paz.

4 comentarios:

María Mercedes Nouel dijo...

Elisa, suerte, éxito y salud!!!!! Llegó el día, qué maravilla, quiero ver fotos.
Un beso enorme y adelante, las mariposas no pueden contigo!!!!

Elisa Arraiz Lucca dijo...

Gracias Merce, me fue muy bien, esas mariposas se espantaron como locas cuando se presentó un académico de la Universidad y me dijo que había venido a buscar mi libro y que escribiría algo en su blog sobre él. Una nota. Abrazos.

Margarita dijo...

Desde mi gran admiración por Zenobia Camprubí creo que este libro es un homenaje hecho desde el cariño. Su lectura me ha impresionado, me ha entretenido, me ha documentado y ha incentivado mi curiosidad por querer saber más. ¡Felicidades por haber conseguido acertar con tanta perfección!

Elisa Arraiz Lucca dijo...

Muchas gracias Margarita, no sabes lo que significa para mi la opinión de alguien que admira a Zenobia como yo. También las mariposas van y vienen cuando me imagino lo que piensa la persona que lee mi libro. Fue un gran esfuerzo componer en mi cerebro mi versión de la vida de Zenobia y contarla como Latinoamericana. De nuevo muy agradecida.