TE PIENSO EN EL PUERTO
Puerto de Carúpano. Foto de Domingo Lucca.
Agustín llega a Venezuela para trabajar con su tío Santos Morandi en el cultivo y exportación de cacao. Se instala en el puerto de Carúpano junto con su esposa Felicité. Vienen de la isla de Córcega.
Pronto se adapta a su trabajo, al clima del lugar y tiene su primer hijo. Aunque Agustín está contento en América, su esposa pasa los días muy triste, encerrada en su casa porque no habla español y no soporta el calor del trópico; para acompañarla, Agustin contrata a Aimee, quien también es francesa.
Como Felicité no se recupera, la esposa del tío Santos, Teresa, se la lleva a pasar una temporada a la misión indígena de Cumanacoa. Mientras, Aimee se ocupa del hijo y también de Agustin, con quien vive un intenso romance que no se termina a la vuelta de Felicité, sino entra en una rutina suave y complaciente que satisface necesidades de los tres.
Este es sólo el comienzo de una historia que recorre tres generaciones de corsos que llegaron a Carúpano durante el siglo XIX, combinaron el cultivo del cacao con su exportación a Europa, renovaron un puerto donde ni siquiera atracaban barcos extranjeros, construyeron acueductos, el tranvía y el cable para comunicarse con Francia. Formaron familias extensas con las criollas, se involucraron en la política y participaron en las guerras; durante la paz hicieron grandes fortunas.
Te Pienso en el Puerto de Elisa Arráiz Lucca (tercera edición)
Los corsos, así está escrito, se venezolanizan, se entroncan, se engolosinan con la exuberancia a la vista, toman partido como el que más y mueren como los criollos, al contrario que los alemanes o los ingleses, que necesitan cementerios propios. Los corsos son enterrados al lado de los nativos, porque rezan lo mismo.
Esta es la tercera edición de la novela de Elisa Arráiz Lucca.
ISBN 978-980-6445-16-1
https://www.createspace.com/3647151
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